
Stray Rescue of St. Louis recibió recientemente una llamada sobre un perro que dormía en una calle residencial en medio de una ola de calor abrasador. Le pidieron educadamente a la persona que llamó que les enviara fotos del cachorro para que pudieran evaluar mejor la situación. Donna Lochmann, directora de salvamento de St. Louis Stray Rescue, compartió que la imagen mostraba al perro acostado y parecía tener los huesos de la cadera visibles, lo que los llevó a verificar la situación.

Lochmann no perdió tiempo en responder a la situación. Aunque inicialmente no logró localizar al cachorro, decidió aventurarse en un callejón donde finalmente lo vio. Según ella, estaba tirado en la calle y el agua de una canaleta lo mantenía fresco debido al calor abrasador.

Cuando Lochmann se acercó al perro, reconoció que la criatura peluda necesitaba ayuda con urgencia.

Lochmann contó cómo el perro aparentemente notó su presencia cuando se acercó al final del callejón. El perro levantó la cabeza, inspeccionó su entorno y luego la volvió a bajar al pavimento con aparente resignación. La vista del perro abandonado tirado abatido en la calle tiró de las fibras del corazón de Lochmann.

Según Lochmann, se le rompió el corazón cuando vio al cachorro en tan terribles condiciones. Tomó la decisión de rescatar al perro indefenso, sin importar las consecuencias. El primer encuentro de Lochmann con el cachorro se puede observar en el video proporcionado. Para su alivio, el maltratado animal no se opuso a ser salvado e incluso entró solo en su jeep. Al acercarse al cachorro, Lochmann lo convenció diciéndole: “vamos amigo, nosotros te cuidamos”.

Tan pronto como el cachorro se subió al auto, se puso cómodo. Las mantas se guardaron en la parte trasera del jeep y él inmediatamente se acostó sobre ellas. Parecía que apreciaba el aire acondicionado y un lugar acogedor para relajarse. El refugio mencionó que Curby, como lo llamaron más tarde, disfrutó su viaje a un lugar seguro. Rápidamente fue llevado a un hogar de acogida. Al ver su video, una pareja decidió adoptarlo porque la esposa creía que un perro como Curby no debería estar en un refugio. Eventualmente lo llevaron a casa con ellos.

Curby está disfrutando de su nuevo hogar adoptivo, lleno de dos padres cariñosos y un hermano peludo con el que adora acurrucarse. Ahora está ganando peso y mostrando su verdadera personalidad en este nuevo escenario. Lochmann revela que los padres adoptivos de Curby están perdidamente enamorados de él y lo describen como el niño más entrañable que jamás hayan conocido.