

Como alguien que se había enfrentado a escenarios comparables en el pasado, me había asegurado de tener a mano los medicamentos de desintoxicación apropiados. La vida de Franca estaba en peligro inminente, por lo que tuvimos que actuar con rapidez. Hicimos nuestro mejor esfuerzo durante casi media hora en un intento de ayudarlo a superar la emergencia. Fue una carrera contrarreloj, pero me mantuve optimista de que nuestro arduo trabajo arrojaría resultados positivos.


Franca gradualmente se estaba sintiendo más cómodo con los otros perros de mi casa, lo que indica que se estaba volviendo más socializado. A pesar de la agonía y el trauma que había soportado, estaba comenzando a confiar en las personas una vez más. Era una prueba de la capacidad de los animales para recuperarse y adaptarse cuando se les presentaba la oportunidad de sanar y ser nutridos.