Para muchos dueños de perros, sus mascotas son una fuente de consuelo en tiempos difíciles. Y es insoportablemente doloroso perderlos.
Tal historia sucedió con Marisa Martínez. La tragedia golpeó en 2017. Su hija de 9 años murió después de no poder vencer el cáncer.
Después de la muerte de su hija, Marisa recibió como regalo a un blue heeler llamado Rufus, quien se suponía que la ayudaría a sobrevivir al terrible dolor.
El perro fue rescatado de malos dueños que lo maltrataban. Rufus era sordo. Sin embargo, logró encontrar un hogar amoroso en Marisa. Rufus fue la luz en la vida de una mujer en su hora más oscura.
Sin embargo, en septiembre de 2021, Rufus se escapó y la vida de Marisa volvió a caer en tiempos oscuros.
Lo buscó por todos lados, colgó volantes, escribió en las redes sociales, pero no había novedades.
No solo perdió a su perro, perdió su única fuente de consuelo.
Y sin el apoyo de Rufus, Marisa nuevamente comenzó a luchar con los recuerdos de su hija.
Pasaron muchos meses, Marisa ya se desesperaba por encontrar a su mascota. Sin embargo, sucedió un milagro.
Un motociclista vio a un perro callejero y lo publicó en las redes sociales. El equipo que buscaba a Rufus notó esta publicación y fue a atrapar al perro.
Se las arreglaron para encontrar al perro y el microchip demostró que efectivamente era Rufus.
Después de 11 meses desaparecido, en el 5° aniversario de la muerte de la hija de Marisa, Rufus fue encontrado.
Marisa está muy contenta y considera un milagro lo sucedido.