Callejero persistente: perro sin hogar se niega a rendirse, tocando corazones hasta que alguien ofrece ayuda.

El perro callejero que persigue a una mujer en la playa resulta ser un tesoro disfrazado

Valia orfanidou solía presenciar animales solitarios vagando por las calles de Atenas, en Grecia. Como hay muchos, la dama siempre elige salvar a los que necesitan ayuda: los enfermos, hambrientos o indispuestos.

Sin embargo, en agosto de 2017, un cachorro vio a un perro callejero caminando por la playa. Nada en él se veía particularmente mal, o que requería ayuda de alguna manera. Pero se sentía vulnerable a él, por lo que decidió hacer algo por el pequeño animal.

El pequeño perro se tumbó boca arriba y dejó que Orfanidou le masajeara la barriga. No tenía a nadie que lo cuidara en el mundo, pero todavía tenía mucho amor para compartir. Estaba desesperada por atención”, le dijo orfanidоu a The Dоdо.

Mirando al cachorro, se dio cuenta de que era una hembra. Ella durante días la vio jugar sola en la arena y perseguir a todos los automóviles y personas que pasaban por el lugar. Estaba desesperada por atención. “No pude dormir durante dos días, tratando de encontrar una manera de sacarla de esa playa lo más rápido posible”, agregó Orfanidou.

Hasta que un día, no pudo soportarlo más y la metió en su coche. En el camino, decidió llamarla Azul, en alusión al agua que la acompañó los primeros meses de su existencia. Y aunque encontró a alguien para salvarla, el perro necesitaba un hogar permanente.

Justo en ese momento, una familia en los Países Bajos sufrió la pérdida de uno de sus cachorros. Los Folkert se enamoraron de Blue y gracias a la Sociedad de Rescate de Animales de Segunda Oportunidad (SCARS), la adopción fue posible.

Orfanidou tuvo algunas charlas con Folkerts para ver si Blue sería compatible con la familia, que incluye a su otro perro y algunos gatos también. Una semana más tarde, con la ayuda de Animal Association International (AAI), Blue ya estaba de camino a los Países Bajos.

Y las cosas fueron bien desde el principio. “Rincewind, que estaba con nosotros, rápidamente se enamoró de ella. Eso fue increíblemente encantador y ella fue muy bienvenida. Ella y Rincewind son los mejores amigos”, declaró Karin Folkerts.

Blue se entrenó para ser un perro de terapia y comenzó a visitar un asilo de ancianos. La gente se iluminó cuando la vieron. El perro sin hogar siguió persiguiendo a la gente en la playa hasta que alguien la ayudó.

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