En el corazón verde de los trópicos, los anturios, venerados como “hojas de encaje” o las “flores de flamenco” efervescentes, proyectan una silueta fascinante con sus tonos vivaces y eflorescencias cordiformes distintivas. Originarias de las exuberantes selvas tropicales que se extienden desde Centroamérica hasta Sudamérica, estas flores exóticas han ascendido a prominencia, encantando tanto a los verdes santuarios interiores como a los paraísos al aire libre con su refinada gracia y opulencia.
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Distinguidas por sus brillantes brácteas cordiformes, que muchas veces se interpretan erróneamente como pétalos, estas floras exhiben un espectro de cromaticidad, que va desde rojos fervientes hasta rosas delicados, blancos prístinos e incluso verdes verdes. Las verdaderas flores, conocidas como espádices, florecen como protuberancias digitiformes en medio de estas brácteas cromáticas, evocando un espectáculo de atractivo visual.