Hay una película que seguramente te hará llorar. El famoso “Hachi: A Dog’s Tale”.
Esta película cuenta la historia real de un Akita japonés increíblemente leal llamado Hachiko, que quedó devastado por la pérdida de su dueño. Durante nueve largos años después del fallecimiento de su dueño, Hachiko esperó fielmente en la estación de tren Shibuya de Tokio todos los días”.
La lealtad y devoción inquebrantables de Hachiko lo han convertido en una figura icónica en la cultura popular con numerosas adaptaciones como libros, películas, estatuas y más. Lamentablemente, una historia similar de un vínculo inquebrantable entre un hombre y su fiel perro se desarrolla en Grecia después de que el dueño del perro falleciera hace 18 meses. El perro devoto ha permanecido en el mismo lugar todo este tiempo, mostrando una fidelidad notable.
Prepárate para sorprenderte, porque estoy a punto de demostrar que nuestros perros son criaturas realmente asombrosas. Incluso si crees que eres el amigo más fiel y compasivo, estos miembros peludos de nuestras familias te mostrarán lecciones más allá de lo que tus emociones pueden manejar. Por lo tanto, asegúrese de tener una servilleta a mano mientras profundizamos en este tema.
Según el informe de Nafpaktia News, un hombre llamado Haris, que tenía 40 años y tenía un perro, falleció el 9 de noviembre de 2017 debido a un accidente con una mezcladora de cemento. El incidente ocurrió en Old Ring Road, cerca del río Evinos. La noticia de su fallecimiento fue un gran shock para la comunidad cercana que ya había perdido a su hermano en un accidente similar hace unos años.
Todavía no está claro cómo esta versión contemporánea de Hachiko logró llegar al lugar exacto del trágico accidente, que está a una distancia considerable de 7,5 kilómetros de su casa en Nafpaktos. Pero lo que es aún más sorprendente es que ha elegido quedarse en el monumento conmemorativo de su dueño al borde de la carretera, de luto durante un año y medio y regresando repetidamente al mismo lugar. A pesar de los amables intentos de la comunidad por sacarlo de la carretera y ofrecerle un nuevo hogar, parece decidido a quedarse donde está.
Los lugareños estaban profundamente conmovidos por la devoción inquebrantable de un perro que se negó a dejar el lado de su dueño incluso después de su muerte. A pesar de sus esfuerzos por persuadirlo, el canino decidido insistió en quedarse y finalmente convirtió el área en su nuevo hogar.
Para facilitarle las cosas, la comunidad se unió para construir un pequeño refugio junto a la carretera, levantar un santuario en honor a su dueño y proporcionarle comida y agua con regularidad. La fiel criatura pasa sus días mirando a la distancia, esperando pacientemente el regreso de su amado ser humano, lo que le valió el apodo de “Greek Hachiko” como tributo al renombrado Akita.
¡Mira la historia completa en el siguiente video!