Jade, una canina amable y devota, alguna vez fue querida por sus dueños como su amada mascota. Desafortunadamente, Jade experimentó un cambio dramático en su vida cuando sus dueños la abandonaron en la calle. La situación empeoró cuando fue atropellada por un vehículo y el conductor no la ayudó en su momento de necesidad. Afortunadamente, una persona compasiva vio la difícil situación de Jade e inmediatamente se puso en contacto con la asistencia médica.
Al llegar a la clínica veterinaria, era evidente que Jade necesitaba urgentemente atención médica. La colisión la había dejado débil e incapaz de caminar correctamente. Para empeorar las cosas, Jade también había contraído moquillo, una enfermedad viral potencialmente fatal que prevalece en los perros.
El equipo de veterinarios y personal médico de la clínica hizo su mejor esfuerzo para ayudar a Jade. Pudieron mejorar su condición y comenzaron el difícil camino de la recuperación. A través de cuidados y monitoreo continuos, Jade recuperó gradualmente sus habilidades físicas.
Jade comenzó a mostrar signos de mejoría después de una semana en la clínica. Poco a poco recuperó el apetito y su estado de ánimo mejoró mucho. La combinación de acupuntura eléctrica y fisioterapia permitió que sus músculos sanaran y se fortalecieran con el tiempo. Después de quince días, pudo pararse sobre sus propias piernas con una ayuda mínima.
Además de su recuperación física, la salud mental de Jade también experimentó un cambio positivo significativo durante su estadía en la clínica. Sus tutores se sorprendieron gratamente al ver que se volvía más alegre y animada a medida que pasaba el tiempo. Después de algunas semanas de tratamiento, Jade progresó lo suficiente como para recibir el alta de la clínica y regresar a casa.
Jade finalmente pudo dar unos pasos con algo de ayuda después de su percance. Estaba comprometida con su recuperación y, finalmente, pudo recuperar su vigor y su autosuficiencia. Verla retozar y disfrutar con pura alegría en su corazón fue realmente un espectáculo asombroso.
La historia de Jade destaca la increíble fuerza de los animales y los efectos positivos del afecto y el cuidado. A pesar de haber sido abandonada por sus dueños anteriores, tuvo la suerte de ser acogida por una nueva familia que la colmó de amor y apoyo. Con su ayuda, pudo recuperarse de su traumático pasado y recuperar su salud.
Actualmente, Jade es una cachorra contenta y en forma que disfruta de su libertad y el afecto de sus parientes recientemente adoptados. Ella se erige como un símbolo de la tenacidad inquebrantable de nuestros amigos peludos y un aviso para tratarlos con ternura y empatía.